¿Por qué en la Iglesia Católica rezamos a María?

149

Muchas personas que no son católicas se hacen esta pregunta que el padre Zanotti responde en este vídeo. Está escrito que, desde la Cruz poco antes de morir, Jesús nos mostró y regaló a María como nuestra Madre. Por tanto, nos dirigimos a María como a una madre, lo mismo que Ella nunca nos desatiende, cumpliendo así el mandato y petición que recibió de Jesucristo, Dios Hijo. Por eso contamos con la Virgen María para vivir una fe tan intensa como la suya, para que nos ayude a que Cristo nazca y crezca en nuestro nuestro corazón, y la seguimos como ejemplo de obediencia y amor a Dios. Los católicos no adoramos a María ni a los santos y santas, ni a figuras de yeso ni cuadros en las paredes. Esas representaciones tiene el mismo sentido y valor que la imagen de un ser querido, una padre, una madre, un hermano o un hijo que hemos perdido y a quienes recordamos con amor. María es una madre con la que hablamos y a la que podemos pedir apoyo. A través de la oración dialogamos con Ella. Y eso es rezar.

Por otro lado, los santos y santas de la Iglesia Católica son como nuestros hermanos, personas como nosotros que nos inspiran por su coraje, por su fe, por su enorme entrega a Dios. Nos alientan a dar lo mejor de nosotros mismos si los seguimos como ejemplo, porque ellos ya están mucho más cerca de Dios. Así como pedimos a María y Ella cuida de nosotros con el mayor amor, los santos y santas nos ayudan a crecer en la fe y por su oración nos sostienen.