Pilatos, la vida de una persona cerrada al bien que vive en la oscuridad completa
Te presentamos un programa más del Padre Valentín Aparicio donde pretendemos acercarte la figura y el contexto histórico donde vivieron diferentes personajes de la Biblia. En este programa hablaremos sobre Pilatos, uno de los personajes más curioso de la Pasión, el procurador de la provincia romana de Judea. Y es que como bien comenta el Padre, con el paso del tiempo, todos hemos ido desarrollando una imagen de Pilatos que no corresponde con la realidad. «La imagen de un Pilatos que tiene poca personalidad, un hombre débil, blando, dubitativo, que no sabe que hacer porque prácticamente el pueblo se le echa encima para que crucifique a Jesús», comenta el Padre.
Más allá de este episodio que todos tenemos en la cabeza, Pilatos era un personaje famoso y de él hablan los historiadores de la época dándonos una imagen que no es desde luego la que tenemos de él. «Por ejemplo, Filón de Alejandría nos dice que el oficio de Pilatos consistía en ejecuciones sumarias, toda clase de injusticias y una crueldad insoportable», comenta. Flavio Josefo nos dice por otro lado que Pilatos era un hombre corrupto , que era una persona violenta, una persona carente de código moral y que no hacía sino ofender continuamente a los judíos. «De hecho Pilatos fue depuesto por la propia autoridad romana que lo consideraba excesivamente cruel. Los propios romanos denunciaron al gobernador de Siria a Pilatos por su insoportable crueldad», explica el Padre. Hay que explica que los judíos gozaban de sus propios privilegios, tenían su propia religión monoteísta y los romanos tenían mucho cuidado de no ofender a los judíos. De hecho, el ejército romano cuando desfilaban las legiones portaban estandartes con amuletos y con las efigies de los dioses o patronos de esas legiones.
De tal forma que cuando el ejército romano entraba en Jerusalén tenía que entrar con los estandartes bajados y de noche para no provocar ni herir los sentimientos religiosos del pueblo. «En este contexto, Pilatos ordenaba desfilar al ejército de día por la calle principal con los estandartes en alto y cuando llegaba la fortaleza antonia esos estandartes los ponía mirando al templo. Para enfadar todavía más», explica el Padre Valentín. Además él era el responsable de aplacar una revuelta crucificando a tres mil personas hasta tal punto que en la capital que no era Jerusalén sino Cesarea Marítima, lo normal era una manifestación tras otra pidiendo la dimisión de Pilatos y denuncias por parte de los propios romanos diciendo que la persona que tenían no hace más que provocar. «De hecho, Herodes no se hablaba con Pilatos porque no es que Pilatos no fuera amigo de nadie. Él pertenecía al orden más bajo, al orden ecuestre de la nobleza romana.
Pero, ¿quien es Pilatos? Pilatos representa la lógica humana», resalta el Padre.
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