¿Para qué sirve ser creyente si Dios mantiene nuestras miserias, males y enfermedades?
Puede que alguien te haya preguntado esto -o algo parecido- en alguna ocasión. En el trasfondo de esta difícil cuestión hay algo importante, según el P. Zanotti, y es que la falta de fe y la pobre espiritualidad nos impiden comprender por qué un Dios todopoderoso, que podría «arreglarlo» todo, nos abandona al mal, al sufrimiento y parece que no hace nada por nosotros.
Para ser justos -dice Zanotti-, Cristo está mucho a más a menudo en nuestras vidas de lo que pensamos; «pone su mano en la dirección de nuestro día a día, y mejora nuestro recorrido humano sin prohibirnos nuestra libertad». Dios permite el mal para sacar un bien. Pero nuestra inteligencia y nuestra voluntad no nos alcanzan para comprenderlo. Nos acordamos de Él según nos conviene. Por eso el P. Zanotti dice en esta reflexión que «si amamos a Dios solo porque Él nos ayuda, es que no lo amamos verdaderamente».
Escucha los argumentos del padre Michel-Marie Zanotti en este nuevo episodio del programa «Una pregunta, una respuesta».
*Traducción: Paloma G.
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