HAKUNA: «Vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos»
Puede que hayas oído hablar alguna vez de Hakuna, o puede que te suene a mandarín. También es posible que te venga a la cabeza el famoso hakuna matata de la archiconocida peli y musical «El Rey León». Para que conozcas, sepas de su origen, de sus actividades, de cómo se dedican a seguir a Cristo, a postrarse ante Él «para aprender así a vivir arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo».
Para conocer un poco mejor qué es Hakuna, hemos hablado con algunos de los jóvenes que se encargan de mantener engrasada esta hermosa máquina. Hakuna nace, básicamente, de la oración hecha canción y se ha ido transformando en una potente herramienta para dar a conocer a Dios, en especial (pero no exclusivamente) a los jóvenes. Se gestó en la JMJ de Río de Janeiro (Brasil). Atentos a la llamada del Papa, empezaron a hacer lío y ahora lo mismo llenan parroquias con sus ‘Horas Santas’ y múltiples actividades, que estadios, auditorios y salas con los conciertos de ‘Hakuna Group Music.
Pese a ser una iniciativa bastante joven, el crecimiento de esta familia eucarística está siendo impresionante. Si les pregunta sobre las claves del «éxito», lo primero que te dicen que es no les gusta mucho esa palabra como tal, y lo siguiente, que no saben muy bien a qué atribuirlo. Lo único que a estos jóvenes se les ocurre es remitirnos con naturalidad a la voluntad de Dios y la guía del Espíritu Santo. No se obsesionan con los números, aunque están ya presentes en parroquias y centros de 34 ciudades de España y otras 15 en varios países de Europa, centro y sur de América, sin contar actividades y quedadas improvisadas que surgen de pronto y donde menos se espera. Viven con Cristo sobre el terreno, no sobre entelequias.
Para los que quieran una explicación racional a esta expansión, cabe pensar que Hakuna ha dado con una fórmula cuasi magistral para conectar con los jóvenes. La Adoración Eucarística (Horas Santas) es uno de los platos fuertes; la presencia maternal de la Virgen María siempre está y la música es el ingrediente básico que nunca falta, es el perejil de todas las salsas porque «vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos», dicen.
«Con música queremos recordar al mundo la belleza de la vida y mostrar la belleza de Cristo«. La música es esencial, sí. Pero Hakuna es bastante más.
En todo lo que rodea sus actividades y proyectos cuidan con esmero los detalles, porque es una forma natural de reflejar y expresar el amor a Cristo y a su creación. Y su lenguaje también habla de una legítima y necesaria puesta al día: marketing y publicidad al servicio de la evangelización: God Stops, Tacones Rotos, Soul Week, Revolcaderos, Compartidiarios. Términos tan «marquetinianos» como fáciles de entender y llenos de sentido, porque son actividades para descubrir a Dios, o ayudar a restaurar heridas, inspeccionar y descubrir lo que hay en el interior de cada uno, para debatir sobre temas trascendentes, o para ponerse manos a la obra y actuar, en lugar de hablar de solidaridad pero mirando para otro lado. Todo eso envuelto en un sentido profundo de amor dado, recibido y compartido.
Hace muy poquito Hakuna ha dado otro paso hacia adelante. Con Soul College propone a los jóvenes formarse en una serie de disciplinas que contribuyen a su crecimiento intelectual y profesional, sino, sobre todo a conocer, desarrollar y, por qué no también, a poder transformar o restaurar su faceta espiritual. A través del Arte, de la Antropología o de la Teología persiguen profundizar en Cristo y transmitir el disfrute de ser persona, la trascendencia y el sentido de la vida.
Si quieres conocer un poquito más a fondo qué es Hakuna ¡no te pierdas este vídeo!
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