La Sagrada Familia de Gaudí es «una bofetada al mundo frío e indiferente a Dios»
José Manuel Almuzara es gaudinólogo, arquitecto y promotor de la Asociación pro Beatificación de Antoni Gaudí, que lleva 30 años trabajando para la causa. En esta entrevista nos descubre detalles de la figura de Gaudí, «hombre, arquitecto y cristiano consecuente, que en todo lo que hizo puso amor» y que «entendió que era un instrumento en manos de Dios». La pro beatificación de Gaudí se encuentra en la antesala para ser declarado Venerable, requisito previo para la continuación del proceso de beatificación.
«Gaudí fuera de la fe sería incomprensible»
La figura y obra de Gaudí, admirada por muchos y denostada por algunos, es una conexión inigualable entre Naturaleza, Liturgia y Sagradas Escrituras, que equivalen a sus facetas como hombre, arquitecto y cristiano. Unía lo humano y lo divino de forma armónica y equilibrada en cada pieza, en cada edificio, desde lo más pequeño hasta lo más grande, como la catedral basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Decía Gaudí que para un arquitecto «hacer un templo es el más grande de los encargos, porque es para Dios».
Cada trazo, cada filigrana y cada piedra empleada en su gran obra inacabada «encierra un misticismo y un sentido bíblico que conmueve y provoca conversiones», nos explica el gaudinólogo. Por eso la Sagrada Familia es «una bofetada al mundo frío e indiferente a Dios».
El arquitecto catalán consideraba que un hombre sin religión es un hombre mutilado. Durante toda su vida, pero especialmente en sus últimos años dedicado en cuerpo y alma solo a la Sagrada Familia, Gaudí iba abandonando lo humano y acentuando su misticismo, su elevación a Dios.
El 8 de diciembre de 2021 se colocará en lo más alto de la Sagrada Familia la estrella de la Virgen, una estrella de 12 puntas que iluminará toda la ciudad de Barcelona, como si fuera un faro, una luz guía. Los últimos 12 años de su vida trabajó Gaudí de forma exclusiva para la catedral de Barcelona. Dejó construidos la cripta, el ábside y una fachada, «una forma de construir totalmente inusual», que solo se puede entender porque él sabía que no iba a terminar la catedral, pero «como el amor que nunca se acaba», así dejó las claves para que futuras generaciones sigan con ella revelando y alabando a Dios.
En esta entrevista nos habla Almuzara de Gaudí y la Naturaleza, en la que nos descubría a Dios; de Gaudí y la Misericordia no como un concepto abstracto, sino como «un rostro para reconocer, contemplar y servir»; de Gaudí y su profunda devoción a la Virgen, Madre e Intercesora; de Gaudí y San José…
Todo esta contemplado, reflejado y significado en sus obras. A ellas hay que acercarse con el corazón abierto,» porque un corazón cerrado difícilmente es capaz de percibir la belleza y el amor».
El 7 de junio de 1926 Gaudí fue atropellado por un tranvía cuando se dirigía caminando, como cada día al final de su jornada, hacia la iglesia de San Felipe Neri. Por la gravedad de su estado debió haber sido trasladado al Hospital Clínico. Pero por su aspecto de vagabundo fue llevado al Hospital de la Santa Cruz, donde se acogía a los pobres y donde, «casualmente», Gaudí había manifestado el deseo de acabar sus días.
Descubre en esta entrevista a Antoni Gaudí, hombre, arquitecto, cristiano y… ¿santo?
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