Acompaña al Cirineo cargando la cruz de Jesús

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Te presentamos un programa más del Padre Valentín Aparicio donde pretendemos acercarte la figura y el contexto histórico donde vivieron diferentes personajes de la Biblia. En este programa hablaremos de Cireneo aunque tenía el nombre de Simón.

Éste era un nombre muy conocido en el siglo primero después de Cristo. Además el nombre procedía de Cirene que es una región que está en el norte de África. Nos podríamos preguntar que qué hacía en esa época un judío en esa parte de África y es que hubo una diáspora. Los judíos, como consecuencia de que la zona en la que viven de Tierra Santa había sido invadida por diversos imperios, su población había sido movida de un sitio a otro. «Había una gran cantidad de judíos que vivían en lo que se conoce como diáspora.

Él provenía de Cirene, venía más concretamente del campo y eso nos dice que era una persona que era totalmente ajena a Jesús y a lo que estaba ocurriendo allí. «Era una persona que estaba enfrascada en su oficio, en sus tareas y no quería mayores complicaciones», explica el Padre. Pero claro llegó un momento en que si tienes la puerta de Dios cerrada, él rompe esa puerta o ventana y entra dentro de tu vida. «En estos momentos los romanos le piden que lleve la cruz de Jesús. Según el procedimiento romano, cada condenado tenía que llevar la cruz, hacia el lugar de la crucifixión. Sin embargo la flagelación solía dejar muy debilitado al prisionero», explica el Padre. Por eso, los romanos hacen que Simón de Cirene cargue con la pesada cruz de madera tosca porque muchas veces llegaban a la cruz medio moribundos. «Simón de Cirene acompaña a Jesús en la parte más dura del trayecto.

Y es que como bien dice el Padre Simón de Cirene tenemos que ser cada uno de nosotros que carga con su cruz para seguir a Jesús. El Cirineo se convirtió en medio del sufrimiento y de la cruz como muchos de nosotros que podemos encontrar a Dios en mitad del sufrimiento