“Que ninguna vocación se pierda”: Testimonio de Lawrence Kawagga
Lawrence Kawagga tiene once hermanos y se quedó huérfano de padre de joven. Te presentamos el testimonio de Lawrence Kawagga, de la Diócesis Kasana-Luweero (Uganda) que gracias a la Fundación CARF hoy tiene la posibilidad de ver cumplida su vocación: la de ser sacerdote. Y es que el país del que viene y la familia en la que ha nacido no han sido sino obstáculos para llegar a esa vocación de servicio que tiene. “Vengo de una familia católica de doce hermanos. En 2002 murió mi padre y mi madre se quedó sola para sacar la familia adelante. Yo le ayudaba vendiendo leña y hojas de plátano en la ciudad.
Recorría diez kilómetros desde la casa a la ciudad durante la semana y los fines de semana. En 2005, siendo monaguillo, descubrí mi vocación y desde ese momento quería entrar al Seminario, pero el costo era muy grande. Por lo tanto, me fui a estudiar a una escuela protestante. Un día, le pedí al director que permitiera que un sacerdote católico celebrara misa para los alumnos católicos y lo aceptó.». «Unos años después, en 2011 como seguía queriendo entrar al Seminario, un sacerdote me ayudó económicamente a ingresar. Tuve la suerte de que el obispo junto con otras personas, me ayudaron a entrar en el Seminario Mayor. Allí estudie tres años bachillerato de Filosofía y luego dos años de Teología. Luego mi obispo me envió a estudiar al Colegio Eclesiástico Bidasoa para continuar con mi formación en la Universidad de Navarra. Soy el único de mi familia que ha estudiado en la Universidad y mi madre está muy orgullosa.
Agradezco a CARF y a todos los benefactores que nos ayudan en lo material y en la oración”. Si quieres conocer más testimonios como el de Lawrence y ayudar en la vocación de muchos de ellos te invitamos a ingresar en la página web de la Fundación CARF haciendo click aquí.
Síguenos en: Facebook
(228)