‘Santuarios Marianos en España’: Virgen de Covadonga
A comienzos del siglo VIII la zona norte de España ya estaba ocupada por los musulmanes, dirigidos desde Gijón por un bereber llamado Munuza. Hacia el año 718, los dirigentes astures cristianos se reunieron en Cangas de Onís con don Pelayo, y decidieron rescatar esas tierras de mano de los infieles.
El nombre de esta advocación mariana se debe a la Cueva de Covadonga, en Asturias. Algunos cristianos en su huida habrían llevado allí la imagen de la Virgen María para pedir su protección. Un ermitaño había dedicado la cueva al culto de la Virgen María, y ahí vivía retirado.
Un día don Pelayo perseguía a un malhechor por los angostos valles de la zona. Se metió en esa cueva y encontró al ermitaño que rezaba delante de un altar presidido por la imagen de Nuestra Señora.
El malhechor se encomendó a ella, y por eso el ermitaño pidió a D. Pelayo que le perdonase la vida, y le dijo que él sería quien salvaría a España.
Durante los enfrentamientos con los musulmanes, en un momento se encerraron las tropas cristianas en la cueva donde estaba la imagen de la Virgen. Allí se alimentaron con la miel de las abejas silvestres, cuyos panales aún hoy cuelgan de las hendiduras de la roca.
Al llegar los musulmanes frente a la abertura, enviaron un traidor al arzobispo Opas para que parlamentara con D. Pelayo a fin de que se entregara, pero éste se negó. El musulmán mandó avanzar a su ejército. Según las crónicas, los cristianos no cesaban de rezar y encomendarse a Dios y a la Virgen que los presidía en la cueva.
Cuando las tropas enemigas lanzaron las piedras y flechas, éstas, por favor de Dios, se volvían contra ellos en densas nubes, y los mataban. Al final la batalla de Covadonga fue una gran victoria.
Se cree que D Pelayo, deseando tributar a María un homenaje perenne, después edificó en la misma Cueva un altar a la Virgen María. Es como la ‘primera piedra’ de la reconquista, basada en la protección de la Virgen.
El pueblo, en agradecimiento, favoreció esta ermita, hasta construir el santuario y el convento
Su fiesta se celebra el 8 de septiembre.
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