Estos son los 7 obispos mártires que serán proclamados beatos
(ACI) La Iglesia reconoció el martirio de siete obispos pertenecientes a la Iglesia Greco Católica de Rumanía, en comunión con Roma, que fueron asesinados por la dictadura comunista que gobernó el país entre 1950 y 1970.
Este martes 19 de marzo el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos promulgar el decreto que reconoce el martirio de los obispos Valeriu Traian Frentiu, Vasile Aftenie, Ioan Suciu, Tit Liviu Chinezu, Ioan Balan, Alexandru Rusu y Iuliu Hossu, asesinados por odio a la fe en diferentes lugares de Rumanía entre 1950 y 1970.
Este reconocimiento permitirá que los siete obispos asesinados por odio a la fe sean proclamados beatos.
Como otros países del este de Europa, Rumanía fue ocupada por tropas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial. De ese modo, el país pasó de una dictadura fascista en la órbita de la Alemania nazi y a una dictadura comunista bajo el control de la Unión Soviética.
El comunismo en Rumanía duró hasta el derrocamiento del dictador Ceausescu en 1989.
Valeriu Traian Frentiu, Obispo de Oradea primero, y luego Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Alba Iulia y Fagaras, fue arrestado el 28 de octubre de 1948 por el régimen comunista. Fue recluido en el campo de concentración de Dragoslavele, luego en el Monasterio de Caldarusani -convertido en centro de reclusión-, y, desde 1950 en el centro penitenciario de Sighetul Marmatiei.
En esta última cárcel no soportó las duras condiciones de la prisión y falleció el 11 de julio de 1952. Su cuerpo fue enterrado sin féretro en una fosa común.
Vasile Aftenie fue Obispo de Ulpiana. Fue arrestado el 28 de octubre de 1948 por las autoridades comunistas y trasladado primero a Dragoslavele y luego al campo de concentración construido en el Monasterio de Caldarusani, donde fue torturado y mutilado. Por último, fue encarcelado en la prisión de Vacaresti, donde murió el 10 de mayo de 1950.
Ioan Suciu fue Obispo Auxiliar de Oradea Mare y más tarde Administrador Apostólico de la Archidiócesis de Alba Iulia y Fagaras, junto con el Obispo Valeriu Traian Frentiu. Fue arrestado el 28 de octubre de 1948 y siguió el mismo recorrido que los otros obispos: primero sufrió prisión en Dragoslavele y luego en el Monasterio de Caldarusani.
En 1950 lo trasladaron a la cárcel de Sighetul Marmatiei, donde fue torturado y abandonado entre enfermedades e inanición. Murió el 27 de junio de 1953 y enterrado en una fosa común.
Tit Liviu Chinezu fue arrestado el 28 de octubre de 1948 junto a otros sacerdotes y Obispos y trasladado al Monasterio de Neamt. Después lo trasladaron a la cárcel de Caldarusani donde, el 3 de diciembre de 1949, recibió la ordenación episcopal de otros obispos prisioneros.
Cuando la noticia de la ordenación llegó a las autoridades comunistas, el nuevo Obispo fue trasladado al centro penitenciario de Sighetul Marmatiei. Allí padeció una grave enfermedad por culpa de los trabajos forzados, el hambre y el frío. Murió el 15 de enero de 1955 y fue enterrado en una fosa común.
En mayo de 1950 fue trasladado al centro penitenciario de Sighetul Marmatiei. En 1956 fue trasladado al Monasterio de Ciorogarla donde enfermó gravemente. Murió el 4 de agosto de 1959.
Alexandru Rusu fue Obispo de Maramure y Metropolita. El 28 de octubre de 1948 las autoridades comunistas lo deportaron a Dragoslavele y, como otros obispos católicos, más tarde al Monasterio de Caldarusani y al centro penitenciario de Sighetul Marmatiei. Trasladado posteriormente a otras prisiones, enfermó y murió el 9 de mayo de 1963.
Iuliu Hossu fue Obispo de la Eparquía Greco-Católica de Gerla, en Transilvania. El 28 de octubre de 1948 fue arrestado por el gobierno comunista y deportado a Dragoslavele. Luego fue trasladado al Monasterio de Caldarusani y más tarde a la cárcel de Sighetul Marmatiei.
Tras pasar por otros centros de reclusión lo trasladaron de nuevo al Monasterio de Caldarusani. Permaneció encarcelado hasta su muerte el 28 de mayo de 1970.
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