¿Por qué no soy generoso?

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Os presentamos un programa más del Padre Michel Marie. El espacio de esta semana lo dedicaremos a preguntarnos el por qué no somos generosos con los demás, qué podemos hace ante esto. Vivimos en un mundo donde ponemos mucho el foco en uno mismo y nos olvidamos un poco del prójimo. Para el Padre, hay dos razones fundamentales que bloquean el origen de la acción caritativa que no hay que confundirlo con la generosidad. «Primero hay hombres que tienen como objetivo en la vida acumular el máximo de dinero posible, y de esta forma quieren poner por obra todos sus proyectos», explica el Padre.

Son personas que tienen miedo de gastar el menor euro y siguen un plan de vida que sea lo más ahorrativo posible en ese aspecto como si fueran a perder algo para construir un capital de manera que no les falte nunca la comida. Para el Padre, ésta es una actitud que produce una ruptura en las relaciones humanas que por naturaleza están basadas en intercambios. «A estas personas se les invita, pero no corresponden nunca y acaban por no ser invitados como en la parábola de Jesús. Quien siembra escasamente, recoge escasamente también», explica. Luego, hay otro tipo de personas que están más apuradas por el futuro, angustiados por el pensamiento que en el futuro van a perder todos quedándose al margen. «En este caso, no pienso en el funcionario, pienso en el comerciante o a los que tienen una profesión liberal o a los que tienen un contrato temporal.

Todas estas personas tienen la tendencia a no pensar nada», comenta el Padre. Si estos últimos deben tener asegurada nuestra comprensión, convencerles y convencernos a nosotros mismos que el dinero es para circular y para servir al bien de los hombres. «Por lo tanto debe compartirse con quienes les faltan. Abramos los ojos sobre los que nos rodean y seamos generosos».