Iesu Communio: ¿Oyes el gemir de cada hombre en el corazón de Cristo?
Durante esta pandemia muchos de nosotros hemos vivido el dolor por la enfermedad y la pérdida de seres queridos, sin poder acompañarles físicamente. Nuestro dolor no es ajeno al corazón de Cristo. La hermana Judit María, con su testimonio, comparte el paso de Dios por su vida en la enfermedad y en la muerte de su padre por Coronavirus.
Esta situación que Él ha permitido sella en ella la certeza de la fecundidad de su llamada a la vida contemplativa. Todo sufrimiento vivido en Cristo nos abre un horizonte de comunión y de vida eterna. «Lo que estoy viviendo y lo que vivimos no es nuestro. Tras una noche de fiebre alta el 11 de marzo me aislaron en casa para que no hubiera riesgo de contagio, ahí empezó para mí una experiencia de gracia y salvación enorme., explica la hermana Judit.
«Como el Señor en el Evangelio se llevaba a los discípulos a un lugar aparte, así lo hizo conmigo. Me llevó a un lugar aparte con él, en comunión con mis hermanas y con toda la Iglesia y me unió a una multitud de enfermos en este momento que lo sepan o no estaba inseparablemente unida a ellos. La verdad es que no puedo verlo más que como una gracia».
¡No te pierdas el testimonio completo, te emocionará!
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