12 grandes reflexiones sobre la Iglesia Católica explicadas por San Agustín de Hipona
(ACI) El pasado 28 de agosto la Iglesia celebraba la fiesta de San Agustín de Hipona y por ello ACI Prensa presenta 12 reflexiones que este santo obispo dijo sobre la Iglesia Católica en sus escritos históricos.
Estas son sus reflexiones.
1. La verdad que habita en la Iglesia Católica
“En el vientre de la Iglesia habita la verdad. Quienquiera que haya sido separado de este vientre de la Iglesia, tiene que hablar cosas falsas (…). Les repetimos: he aquí que Cristo ha dicho: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día’. Lucas 24:46. Reconozco allí nuestra Cabeza, allí reconozco a nuestro Esposo: reconoce tú también conmigo a la Esposa”.
Expositions on the Psalms 58, 5
2. El sacramento del Bautismo
“El sacramento del Bautismo es indudablemente el sacramento de la regeneración: por tanto, así como el hombre que nunca ha vivido no puede morir, y el que nunca ha muerto no puede resucitar, el que nunca ha nacido no puede volver a nacer (…) un hombre debe nacer de nuevo después de haber nacido; porque, a menos que un hombre nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
Sobre el mérito y el perdón de los pecados y sobre el bautismo infantil ii, 43 XXVII
3. Abrirse al sacramento de la Reconciliación
“¿Quién es el orgulloso? El que no se confiesa de sus pecados y se arrepiente para ser curado a través de su humildad. ¿Quién es el orgulloso? El que opta por arrogarse esas pocas cosas buenas que parece poseer, y quien resta valor a la misericordia de Dios”.
Expositions on the Psalms 94:11
4. El bien del matrimonio
“El bien del matrimonio en todas las naciones y en todos los hombres está en la de engendrar y la fe en la castidad; pero, en lo que respecta al Pueblo de Dios, también en la santidad del Sacramento”, pues “no se suelta el vínculo matrimonial, salvo por la muerte del marido o de la mujer”.
5. La Eucaristía y la salvación
“Pues si San Pablo hablaba de la ley, que únicamente recibieron los judíos, ¿con cuánta más razón se dirá de la ley natural, grabada en el corazón del hombre? Si la justicia se logra con los esfuerzos de la naturaleza, luego Cristo murió en vano. Pero si no murió en vano, luego nadie puede justificarse y ser redimido de la justísima ira de Dios, esto es, de su venganza, sino por la fe y sacramento de la sangre de Cristo”.
6. La adoración Eucarística
“Él caminó aquí en la misma carne, y nos dio esa misma carne para comer para nuestra salvación; y nadie come esa carne, a menos que antes haya adorado: hemos averiguado en qué sentido se puede adorar tal escabel de nuestro Señor, y no solo que pecamos al no adorarlo, sino que pecamos al no adorar”.
Expositions on the Psalms 99, 5
7. La virginidad perpetua de María
“Nacido de una madre que, aunque concibió sin ser tocada por el hombre y permaneció siempre así intacta, en la virginidad concibiendo, en la virginidad dando a luz, en la virginidad muriendo”.
On Catechizing the Uninstructed, 22, 40
8. El sacrificio de la Misa
“¿No fue Cristo ofrecido una vez para siempre en su propia persona como sacrificio? Y, sin embargo, ¿no se ofrece igualmente en el sacramento como sacrificio? (…) diariamente entre nuestras congregaciones?
9. El Purgatorio
“Después del juicio, aquellos que sean dignos de tal purificación serán purificados incluso por fuego, y quedarán completamente libres de pecado, y se ofrecerán a Dios en justicia, y serán en verdad víctimas inmaculadas y libres de toda imperfección”.
10. La intercesión de los santos
“Santos, la intercesión de los cristianos rinde honores religiosos a la memoria de los mártires, tanto para animarnos a imitarlos y obtener una participación en sus méritos, como la asistencia de sus oraciones”.
Against Faustus the Manichee XX, 21
11. La tradición apostólica
“Hay muchas cosas que son observadas por toda la Iglesia y, por lo tanto, se consideran justamente como ordenadas por los apóstoles, que sin embargo, no se mencionan en sus escritos”.
On Baptism, Against the Donatists, v, 23, 31
12. Las reliquias
“Porque incluso ahora se obran milagros en el nombre de Cristo, ya sea por sus sacramentos o por las oraciones o reliquias de sus santos”.
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