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Las reliquias de San Juan XXIII regresan a la Basílica de San Pedro del Vaticano

Las reliquias de San Juan XXIII regresan a la Basílica de San Pedro del Vaticano

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(ACI) Las reliquias del Papa San Juan XXIII ya reposan de nuevo en la Basílica de San Pedro del Vaticano tras su peregrinación a la Diócesis de Bergamo.

Según comunicó el Vaticano por medio de un comunicado de prensa, el pasado viernes 15 de junio se recolocó el cuerpo del Papa santo en su emplazamiento habitual en la basílica, bajo el altar de San Jerónimo.

Las reliquias de San Juan XXIII estuvieron desde el 24 de mayo hasta el 10 de junio en la Diócesis de Bergamo, para que pudieran ser veneradas en la localidad natal del Papa, Sotto il Monte, con motivo del 55º aniversario del fallecimiento del Pontífice.

Durante esos 18 días se celebraron diversos actos con un fuerte contenido espiritual con la finalidad “regresar a los elementos destacados de la vida del ‘Papa bueno’, y así hacer resonar nuevamente sus palabras y aprender de ellas”, explicó a L’Osservatore Romano Mons. Francesco Beschi, Obispo de Bergamo.

La urna con el cuerpo de San Juan XXIII llegó al centro de Bergamo el 24 de mayo, donde lo recibieron las autoridades y los fieles.

Luego fue trasladada a la cárcel de Via Gleno y posteriormente recorrió la catedral, el seminario, el hospital, el Santuario de la Cornabusa in Valle Imagna, el convento de Baccanello y, finalmente, se instaló en Sotto il Monte, pueblo natal del santo.

Allí, el domingo 3 de junio, con motivo del 55° aniversario de la muerte del Papa, el Arzobispo de Milán, Mons. Mario Delpini, presidió una Misa con todos los obispos de la región italiana de Lombardía.

El sábado 9 de junio, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, presidió la clausura de las celebraciones por el 55° aniversario de la muerte de San Juan XXIII.

En su homilía, el Secretario de Estado destacó el celo pastoral de Juan XXIII, su capacidad de atraer a las personas con un lenguaje sencillo y sereno pero pleno de contenido evangélico y de fidelidad a Cristo.

“Juan XXIII fue un hombre bueno que llegó a ser santo porque era un hombre abandonado enteramente al proyecto que Dios había planeado para él”, destacó.

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