La nueva beata de India es un testimonio de mansedumbre y martirio, dice el Papa
(ACI).- Después del rezo del Ángelus, el Papa Francisco recordó que el sábado, en la ciudad india de Indor, fue proclamaba beata Regina Mariam Vattalil, Rani Maria, religiosa de la Congregación de las Hermanas Franciscanas Clarisas, asesinada por su fe cristiana en 1995.
“La hermana Vattalil dio testimonio de Cristo en el amor y la mansedumbre, y se une a la larga fila de mártires de nuestro tiempo. Su sacrificio es una semilla de fe y paz, especialmente en tierra india. ¡Era tan buena! La llamaban la hermana de la sonrisa”, explicó Francisco.
Martirizada con 54 puñaladas
La mañana del 25 de febrero de 1995, sor Rani Maria, viajaba en el autobús que la llevaba de Udayanagar a Indore (India), cuando fue atacada y asesinada por Samunder Singh, un sicario, con cincuenta y cuatro puñaladas.
Las amenazas de las que fue objeto antes de ser asesinada no la intimidaron, sino que la hicieron más generosa en la donación de sí misma: “Tengo la fuerte convicción de haber sido elegida para los pobres y los oprimidos. Estoy feliz de trabajar para ellos, porque también ellos son hijos de Dios, nuestros hermanos y hermanas”.
La hostilidad contra sor Rani y contra su manera de anunciar el Reino de Dios, se agudizó en los últimos momentos después que pudo sacar de la cárcel a algunos católicos que habían caído víctimas de una trampa. Sus enemigos decidieron por lo tanto librarse de ella y decretaron su muerte.
Declarada por sus hermanas de Congregación “Mártir de los Marginados”, murió repitiendo muchas veces el Santo Nombre de Jesús.
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