El Papa pide hacer actual “la música en la Iglesia, sin banalidad”
(Vatican Insider) Dar una contribución preciosa a la renovación, sobre todo cualitativa, de la música sacra y del canto litúrgico, para que estén «plenamente “inculturados” en los lenguajes artísticos y musicales de la actualidad», superando también la «mediocridad, la superficialidad y la banalidad» que a veces prevalece «en detrimento de la belleza y de la intensidad de las celebraciones litúrgicas». Es lo que encomendó Papa Francisco a los que participaron en el congreso internacional de música sacra organizado por el Pontificio Consejo de la Cultura, sobre el tema «Música e Iglesia: culto y cultura a 50 años de la Instrucción “Musicam Sacram”», que se llevó cabo en Roma entre el 2 y el 4 de marzo.
Teniendo en cuenta la actualidad, Bergoglio indicó que espera que la música sacra y el canto litúrgico «sepan encarnar y traducir la Palabra de Dios en cantos, sonidos, armonías que hagan vibrar el corazón de nuestros contemporáneos, creando también un oportuno clima emotivo, que disponga a la fe y suscite la acogida y la plena participación al misterio que se celebra. Para favorecer este recorrido, es necesario promover una adecuada formación musical, también en todos los que se preparan al sacerdocio, en diálogo con las corrientes musicales de nuestro tiempo, con las instancias de las diversas áreas culturales, y en actitud ecuménica».
El Pontífice observó que «el encuentro con la modernidad y la introducción de las lenguas habladas en la Liturgia ha planteado varios problemas: de lenguajes, de formas y de géneros musicales. A veces ha prevalecido una cierta mediocridad, superficialidad y banalidad, en detrimento de la belleza y de la intensidad de las celebraciones litúrgicas».
Por ello, indicó, «los diferentes protagonistas de este ámbito, músicos y compositores, directores y coristas de “scholae cantorum”, animadores de la liturgia», están llamados a operar una renovación. «Para favorecer este recorrido —explicó el Papa— hay que promover una adecuada formación musical, también entre todos los que se preparan para convertirse en sacerdotes, en el dialogo con las corrientes musicales de nuestro tiempo, con las instancias de las diferentes áreas culturales, y en una actitud ecuménica».
(121)