Un obispo local se pronuncia sobre la autenticidad de las apariciones de la Virgen en Medjugorje
(ACI).- Mons. Ratko Peric, Obispo de Mostar-Duvno, la diócesis en Bosnia-Herzegovina que incluye Medjugorje, manifestó en un artículo su opinión sobre lo que ocurre en su jurisdicción, escribió que “la Virgen María no se apareció en Medjugorje” y dio una serie de puntos para respaldar su postura.
El Prelado hizo esta declaración dos semanas después de que el Papa Francisco nombrara a Mons. Henryk Hoser, Arzobispo-Obispo de Warszawa-Praga (Polonia), como “enviado especial” a Medjugorje con un objetivo pastoral.
En un extenso artículo, Mons. Peric se refirió a las supuestas apariciones, no reconocidas oficialmente por la Iglesia Católica y cuya historia comenzó en 1981 en este pueblo de la antigua Yugoslavia, donde seis niños dijeron haber visto a la Virgen María.
El entonces sacerdote Tomislav Vlasic, hoy retirado del estado clerical, se presentó como el director espiritual de los “videntes” y señaló que la Virgen los ha visitado por lo menos unas 40 mil veces.
El Obispo de Mostar-Duvno, que ya en 2009 prohibió a los párrocos promocionar estas “apariciones”, recordó las investigaciones realizadas por la Iglesia local y la Santa Sede, desde la llevada a cabo entre 1982 y 1984 por una comisión diocesana de Mostar, hasta el estudio encargado por la Comisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe entre 2010 y 2014 y la valoración de la misma congregación entre 2014 y 2016, establecida por Benedicto XVI.
“Creemos que todo fue entregado en las manos del Santo Padre Papa Francisco”, expresó, y añadió que “la posición de esta curia por todo este periodo fue clara y resuelta: no se trata de verdaderas apariciones de la Santa Virgen María”.
El Prelado indicó que “aunque a veces se ha dicho que las apariciones de los primeros días podrían ser auténticas y que después sería añadida una superestructura por otros motivos, en prevalencia no religiosos, esta Curia ha promovido la verdad también referente a estos primeros días”. Además, siempre ha buscado “informar a la Santa Sede, en particular a los Sumos Pontífices San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco”.
En ese sentido, con el fin de sustentar su posición, el Obispo de Mostar-Duvno presentó en el texto “sucintamente una serie de puntos inherentes a los primeros días de las ‘apariciones’, por los cuales estamos profundamente convencidos de cuanto hemos dicho”.
En el primero de los puntos, el texto advirtió que era “una figura ambigua”; una figura femenina que “se comporta de manera muy diferente de la verdadera Virgen”. “Se ríe de manera extraña, a ciertas preguntas desaparece y después de nuevo retorna; obedece a los ‘videntes’” y “no se sabe con seguridad por cuánto tiempo aparecerá”, indicó.
Además, uno de los videntes, Ivan Dragi?evi?, dijo haber percibido en el primer día “un temblor” en las manos de la aparecida. “¿Cuál temblor? Tal percepción puede suscitar no solo una fuerte sospecha, sino también una profunda convicción de que no se trata de una auténtica aparición de la Virgen María aunque, se dice, se presentó como tal en el cuarto día”, indicó.
El Obispo también dijo que los mensajes de Medjugorje son “extraños”, pues “no se ve algún objetivo de las así llamadas apariciones, no se justifica la aparición, no se deja algún mensaje específico ni para los ‘videntes’, ni para los frailes, más allá de la invitación a creer en toda la aparición, ni para los fieles de la parroquia, ni para el mundo”.
Además, Mons. Peric critica que haya dicho a los “videntes” que aparecerá cuantas veces ellos deseen.
Asimismo, dijo que de acuerdo a las investigaciones sucedió una “cosa muy inusitada y grave: la aparecida permite no solo que algunos de la multitud pisoteen su velo extendido en la tierra, sino también que toquen su cuerpo”.
“Tales historias de tocamientos del cuerpo de la Virgen, de su vestido, del pisoteo de su velo crean en nosotros una sensación y convicción que se tratan de algo indigno, inauténtico y escandaloso. ¡Aquí no entra la Virgen católica!”, expresó.
Mons. Peric dijo que “teniendo en cuenta todo lo que fue examinado y estudiado por esta Curia diocesana, incluso el estudio de los primeros siete días de las presuntas apariciones, se puede afirmar pacíficamente: ¡La Virgen no se apareció en Medjugorje! Esta es la verdad que sostenemos y creemos en la palabra de Jesús, según la cual la verdad nos hará libres”.
En una carta de mayo de 1998 de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el entonces secretario, Cardenal Tarcisio Bertone, respondió a unas preguntas de Mons. Gilbert Aubry, Obispo de Saint-Denis de la Réunion (Francia) sobre la posición de la Santa Sede y de Mons. Peric acerca de las llamadas apariciones, peregrinaciones y trabajo pastoral con los fieles que van a Medjugorje.
El Purpurado dijo que, sobre la credibilidad de las apariciones, el dicasterio respeta lo que dijeron los obispos de la antigua Yugoslavia en la Declaración de Zadar en 1991, de que “sobre la bases de la investigación que se ha hecho, no es posible establecer que hubo apariciones o revelaciones sobrenaturales”.
Asimismo, sobre la posición de Mons. Peric contraria a las supuestas apariciones en Medjugorje, el Cardenal Bertone dijo que “debería ser considerada la expresión de la convicción personal del Obispo de Mostar, que tiene el derecho de expresar como Ordinario del lugar, pero que es y sigue siendo su opinión personal”.
Actualmente, el Papa tiene en sus manos el informe de la Comisión de Investigación sobre Medjugorje presidida por el Cardenal Camillo Ruini, nombrada durante el pontificado de Benedicto XVI para investigar este asunto. El informe concluyó su proceso en la Congregación para la Doctrina de la Fe y ahora espera la decisión de Francisco.
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