De joven modelo de éxito a recibir la llamada a través de un hombre desconocido

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Pietro nació en Galicia pero estuvo muchos años estudiando y viviendo en Madrid. Además de estudiar se forjó una profesión, la de modelo, que no siempre estuvo a la altura de lo que él buscaba en la vida. Fue en mitad de la carrera cuando tuvo lo que Pietro llama como un despertar espiritual a través de un encuentro muy especial con una persona por la calle. Su vida en ese momento dio un cambio bastante importante a pesar de que él siempre fue criado en los valores católicos. Estudió todo lo relacionado con el mundo del cine que es lo que le apasionaba y tuvo muchas experiencias profesionales que le siguieron nutriendo. Fue modelo en ciudades como Londres, Milán o Nueva York.

En el año 2016 fundó Océano Entertainment, una productora de cine con valores y alma, donde actualmente trabaja como cineasta en un documental internacional sobre la Misa, LA MISA: EL BESO DE DIOS, inspirado en el libro homónimo de José Pedro Manglano, cuyo estreno está previsto para el 2021. Reconoce que el mundo es duro vivas en el Señor o fuera de él, solo que con la fe encuentras más ese consuelo. «Era difícil sostener la presión psicológica estando lejos de tu casa, al final los modelos éramos muy jóvenes en aquellos años. Te sientes como muy juzgado por tu aspecto externo, a veces son muy cariñosos contigo cuando la cosa va bien pero si no estás teniendo éxito notas una hostilidad. Era muy duro», recuerda Pietro.

Dentro de que tenía esa parte de éxito externo de glamour, de exposición pública en redes sociales, paralelamente vivía una soledad que nada se reflejaba en esta ventana pública. «Estás haciendo nueve castings al día, ves que no te llaman para trabajar», recuerda. Todos los vaivenes que cualquier persona joven y exitosa de su edad pasaron pero su despertar espiritual no se produjo hasta el momento que se encontró con un hombre que no conocía de nada en la boca de metro de Tetuán en Madrid una noche. Ahí su vida cambió.

Este señor recuerda que le habló con una autoridad total y con una dulzura increíble. Le dijo que nada de lo que decía era cosa suya, sino que aquello estaba allí en el aire, esa persona sólo le entregó una carta.